martes, 23 de junio de 2009

"La Necesidad de la Alegría"


"I see trees of green,
red roses too,
I see them blue
for me and you......
-----------------------------------
I see sky of blue,
clouds of white,
bright blessed days,
dark sacred nigths........
---------------------------------
The colours of the rainbow
are so preety in the sky,
and also are the faces
of peeople going by.
I see friends shaking hands,
saying how do you do?
they really said: I love you.
----------------------------------------
And I think to myself:
What a wonderfull World!."


Bob Thiele and george D. Weiss
(Fragmento de What a wonderful world)
L o noto en mí.
- "Jorge, ¿qué te pasa que ya no te reís más?".
Miré a mi amiga sin entender nada de lo que me decía.
- "Sí, hace un tiempo que te estoy observando, y me llamó la atención".
Me puse a pensar qué era que tal vez hubiese cambiado en mis días, y que inconcientemente, me estaba robando la risa.
Presté atención y de pronto se hizo la luz.
Mi casa siempre estuvo llena de risas, de música, de conversaciones con amigos, de celebraciones varias.
Un día, hablando con mi tía Gladys, ella me preguntó:
-"¿No te interesa escuchar ni un solo informativo?, ¿saber qué está pasando en el mundo?".
Pensé que quizás ella tuviese razón.
Siempre estuve atento a lo que sucedía a mi alrededor.
Siempre tomé partido en situaciones de la comunidad, pero era cierto, sólo lo hacía en lo que me interesaba, y no prestaba atención a voces disidentes.
Tal vez, pensé, estoy encerrado en una burbuja.
Corté la música.
Me volví asiduo oyente de programas de radio dedicados a entrevistas por cuestiones de actualidad social y política.
Comencé a escuchar discursos llenos de quejas, de sombras, de reproches, reclamos de reivindicaciones varias.
Lentamente pero sin perder mi postura frente a los acontecimientos, me fui internando en esa nueva, para mí, realidad que se presentaba ante mis oídos y ojos.
- "Jorge, ¿ que te pasa que ya no te reís más?".
Yo había casi dejado de reír, apenas si sonreía.
Mi charla en las reuniones sonaba apagada, sin el entusiasmo de ayer.
En mi casa ya no sonaba Ma.Bethânia, mi gran amor, que ni durante el horario de consulta dejaba de cantar.
No me reconocía cuando alguien me llamaba Jorginho.
Sí, había llegado el momento de repensar mi realidad.
¿Acaso sólo había salido de mi posible burbuja, para entrar en otra?.
Analicé la situación.

Me estaba alimentando de las voces y energías más estancadas, que son las que más venden, las que parecen más sesudas, las más comprometidas...aparentemente.
Que en este mundo que hemos construído hay varios y graves problemas, eso es innegable.
Pero innegable también es que la actitud con que se enfrenten, es fundamental.
También yo había atravesado por sucesos y circunstancias que no me agradaban, difíciles, si bien soy conciente de que mi problemática no era tan acuciante como la de otros, tampoco olvido que todo es cuestión de parámetros.
Para alguien puede ser un tremendo problema el no poder vestir a la moda, en cuanto para otro lo es no comer, estoy de acuerdo.
Pero también es cierto que pertenecen a dos mundos con exigencias diferentes, y valoraciones diferentes.
No es cuestión de competencia por saber quien sufrió más.
Es cuestión de sobrellevar cada quien sus propias penas sin empañar la vida y alegría de los demás.
"Júntate con perdedores, y serás un perdedor más", dice Mr.Donald Trump.
Es muy difícil rodearse de oscuridad, de problemas, o prestarles oídos a los quejosos de siempre, a los que esperan que las soluciones provengan de otro lado que no de ellos mismos, y que nada de ello te afecte.
Sin embargo hay situaciones en las que no alcanza con la actitud.
Hablo de casos específicos, que no los mas publicitados.
Es allí donde aparece bien claro el tremendo egoísmo que hemos dejado nos fagocite.
Lo olvidamos, pero seguimos siendo todos Hermanos.
Una misma Humanidad.
Un mismo Planeta, un mismo Tiempo...
Entonces, si con la actitud a alguien no le fuese suficiente para obtener con qué pagar su alimento, "ven, siéntate a mi mesa".
Y si todos saliéramos de nuestro individual egoísmo, aquel que sentáramos, no estaría aprovechando ninguna situación, sería en verdad un Hermano con desventajas.
He soñado con la creación de una Comuniddad donde sean esos los valores que la sustenten: honorabilidad, verdad, honradez y solidaridad, y Amor.
¿Iluso?
Tal vez.
¿Sincero?.
¡Seguramente!.
Mi Camino, Lector Amigo, siempre ha sido el de la experimentación, desde que me inicié en las Enseñanzas del Budismo.
Instado por el que alguna vez consideré como mi Maestro, Enrique K.,no me alcanzó con leer de los libros, o con escuchar conferencias, me lancé de lleno a sentir.
Sé que opté por el Camino más difícil.
Estoy seguro de que, de ser Alquimista, mis pasos andarían la Via del Fuego, tal mi sino.
La ruta que elegí y sigo, me ha abierto dimensiones
de comprensión , que no sé, si las hubiese obtenido sin atravesar tanto dolor.
La he caminado con alegría.
Sin que los sucesos me hiciesen olvidar la maravilla de estar vivo...y viviendo.
Tal vez por eso estos escritos.
Porque reconozco en mí, y en todos nosotros, la tendencia al facilismo, a dar vuelta la cabeza, a la negación.
Tal vez por eso me gustaría saber que mi prédica ha tenido efecto y que, como resultado, que alguno de los que me leen, o han leído, se atreve, o atrevió, a zambullirse en el torrente del fluir de las Energías y la Vida, y se haya dejado llevar por él sin vanamente bracear en contra.
Que alguno intentó dejar los problemas fluir, sin intentar darles la solución que, generosamente, le pareciera la mejor, dejando que las piezas del puzzle se acomoden por sí mismas, naturalmente.
Atento, agradecido, y alegre.
Alegre de comprobar que la Energía que aquí nos puso, nos cuida, guía, y nunca nos abandona.
Mirar con alegría.
Llorar con alegría.
Amar con alegría.
Ser, nosotros mismos, la Alegría.
La que el mundo necesita como necesita al mismísimo aire.
La que nuestros Hermanos, nosotros mismos, necesitamos para ser, cada vez, más Humanos.

Jorginho

Publicado el miércoles 15 de Julio de 2009.
Corregido por R.Méndez.

"Mis Experiencias Espirituales" Segunda Parte -



9 de Septiembre de 2002
stando en el Centro de Montevideo, una mañana de esas en las que tengo varias cosas que hacer en esa parte de la Ciudad, pasé por la puerta de la Basílica del Cordón.
No lo dudé un instante y, buscando no sé qué, entré.
El Templo estaba semi en penumbras.
Me llegué bien hasta el fondo, donde ví que estaba encendida la luz del Sagrario, indicando que Jesús Sacramentado estaba presente.
Eso me gustó. Me hizo sentir algo de intimidad con el Dueño de Casa.
Me quedé allí, sentado cerca de Él, mirando hacia el Altar y el Tabernáculo.
De pronto oí una voz, dentro de mi cabeza, que me decía:
-“¡Quiero que seas mío!”
Supe que era Él, pero no me impresionó el hecho de escucharlo, ya que estoy acostumbrado, por mi paso por las diferentes Escuelas espirituales por las que anduve, a las experiencias esotéricas, o paranormales, o astrales, o como quieran adjetivizarlas.
-“Señor, soy tuyo”, respondí.
-“¡Quiero estar en ti, y que tú estés en Mí!”
Luego de demorarme en la Iglesia, me retiré, sintiéndome un poco extraño, pero confiado.
Unos días después, comencé a asistir a la Misa de mi Parroquia.

11 de Septiembre de 2002
oy, asistiendo a la Misa, recibí un baño de Luz.
Siempre me sentí muy lejos, y creo que a muchos de los que hemos asistido a Colegios religiosos nos pasa, de Jesús, la Virgen, incluso de Dios Padre, a quién, ahora, me gusta llamar “Papá”.
Lamentablemente nos los han presentado, en la altura de los Altares, distantes, imposibles de alcanzar por nosotros.
Sólo reservadas para los privilegiados, los Santos.
No sentía el más mínimo acercamiento, y no entendía cómo alguien podía tener tanta proximidad con ellos, tanta familiaridad, sentir tanto Amor, más allá del respeto, la veneración, y la Adoración.
El Párroco dijo algo que me abrió las puertas de un nuevo, anchísimo, y delicioso universo:
-“Todos, no importa si somos hombres o mujeres, debemos sentir que Jesús es nuestro Novio”
Fue como abrir las puertas de un gran centro comercial, todo para mí solito.
Nunca había oído ni escuchado algo así de sencillo, de boca de alguien perteneciente a la Iglesia Católica.
Gracias a mi paso por el Candomblé, aunque muy superficial, aprendí a tratar, y a sentir, a los Santos y Orixás, como presencias muy próximas y Amigas, así, el paralelismo con situaciones tan humanas, como tener novio o novia, la relación especial que se establece entre los enamorados, todo eso por mí tan conocido, le dio sentido a la relación con la Divinidad católica, y le dio significación al hecho de Amarlos.
Es como estar en las nacientes del río Amazonas, con todo ese inmenso cauce para explorar, y degustar.
Jesús, mi Novio.
Es decir que podría hacerle mis confidencias, que Él me escucharía con atención, y con gusto.
Podría decirle de mi Amor por Él, podría mirarlo con afecto, cariño, tirarle besos, sin sentir por ello, que estaba cometiendo alguna falta.
Es una relación magnífica, y cómo desearía que todas las gentes pudieran ver a través de esta ventana que mi Párroco me abrió

12 de Septiembre de 2002
e gusta llegar temprano a la Misa.
Sentarme en la mitad de las filas de reclinatorios, y dejarme llevar por el murmullo del rezo del Rosario.
Hoy, sin embargo, se demoró de más.
Estaba solo en el Templo.
Comencé a hablar con Jesús.
Le pregunté por la cuestión del final de los tiempos.
De cómo sería Su Venida.
Él me respondió.
No puedo referir la charla, pues me fue prohibido.
Sin embargo puedo contar que el que vendrá será el Señor de la Misericordia, tal cual lo vio Santa Faustina.
Nuevamente Jesús me instó a comulgar:
-“Quiero estar en ti”
En ese momento llegó la Sacristana.
La Misa sería celebrada en la Capilla de la Parroquia.
Seríamos unas veinte personas.
Comenzó la ceremonia y, al llegar a la Comunión, el Sacerdote celebrante se dirigió directamente hacia mí.
Sentir que no podía comulgar sin antes haber hecho una confesión.
Rechacé el Cuerpo de mi Amado.
En el mismo momento que el Sacerdote salió de mi frente, sentí que alguien me tomaba de los hombros, me sacudía, a la vez que escuchaba dentro de mi cabeza la voz de Jesús que me imprecaba:
-“¿Por qué no comulgaste, si te dije que lo hicieras?”
Perdí el equilibrio y, literalmente, caí en la silla que estaba detrás de mí.
El mareo me continuó durante unos minutos más.
Yo estaba totalmente imbuido por la prédica de las Jerarquías eclesiásticas, que proclaman que no se puede comulgar sin confesión.
Sin embargo no supe ver que estaba siendo autorizado por el mismísimo Jesús.
Pero claro, uno no estaba seguro de si todo lo que me estaba sucediendo no era sólo creación de mi imaginación y, por las dudas, no me animaba a arriesgar.
No era falta de confianza en Jesús, era falta de seguridad en mí mismo.
¿Después de todo, quién era yo para que todo esto me estuviera sucediendo a mí, y nada menos que a mí?
CONTINUARÁ

sábado, 20 de junio de 2009

"Lazos, Moños, y algo de Mierda"


n antiguo proverbio chino, dice que se aprende más con una mirada, que con mil palabras.
Hoy me atrevo a decir que todos los que hemos estudiado y creemos que sabemos algo, en realidad somos ignorantes hasta que no lo experimentamos en carne propia.
A lo largo de mi Vida me conduje con total prescindencia de atención a las personas que querían permanecer a mi lado, depositando todo mi interés en aquellas que, quizás, no valían nada.
Hoy la Vida y las circunstancias, me traen a revisar mi conducta; y si bien no entiendo el para qué a estas alturas del partido, colijo que ha de ser algo fundamental en los tiempos a venir, sea en este, o en otro período de Vida en mi Existencia.
Se me acerca mucha gente.
Muchos se dicen amigos.....
Otros buscan algo más.
Mi complicación es con lo que ofrecen.
Amistad sin compromiso, de lejos, de una llamada telefónica al mes, y promesas incumplidas.
Amores pasatistas, con nada para construir, sólo el sexo y sólo eso.
Me pregunto muy a menudo de qué vale todo lo que he aprendido y quiero transmitir.
De qué vale si todo el mundo corre tras lo efímero, sin tratar de construir un real entendimiento entre todos nosotros, si se le otorga valor a lo que no lo tiene y, aunque en sesudas presentaciones aborrecen de los modos actuales, en su privacidad es lo que comen.
Por momentos pierdo las ganas.
Por momentos cada vez más largos y habituales.
Todo ello me duele, y mucho.
En el año 2007 tuve ataques de pánico, y apenas aparecieron los identifiqué, y no pudieron conmigo.
Hoy han vuelto.
Esta vez no los reconocí, tan débil emocionalmente estoy, que incluso me han medicado para sobrellevarlos.
Tales terribles cosas veo en el mundo, que no puedo sentirme seguro ni siquiera de quien está siempre a mi lado.
De quien tiene y siente por mí, sentimientos valiosísimos.
Sé que estoy a dos centímetros de distancia del bajón.
Lo sé, y me asusta.
La gente ha sido mi gran Amor.
Defenderla, siempre embanderado con una causa.
Siempre queriendo enseñar, o por lo menos brindarles mi experiencia u opinión.
Hoy no sé si hice, y hago, lo correcto.
Tal vez he vivido equivocado.
Pero algo dentro mío aún se resiste a aceptarlo.
Es que noto hay tanto para recomenzar.
Tanto se han degradado nuestros buenos tratos, cuidados, sentimientos, que parecen sólo haber quedado relegados a las películas o las telenovelas.
¡Qué bueno vivir en familia nuevamente! en la casa grande, seguramente con algunos parámetros diferentes a los de otras épocas, pero valorizando por sobre los status simbols la unión, el caríño y la concordia.
¡Qué bueno que para lograrlo, entendamos la importancia de respetar las opciones y decisiones del otro, que dejemos de lado la crítica condenatoria, por un abrir los brazos para cobijar el corazón que no piensa igual al nuestro!.
¡Qué bueno más parques y menos Fast ways, más flores en los jardines, y menos señoras que pidan que se talen árboles porque consideran que las hojas caídas son basura!.
¡Qué bueno va a ser!.
¡Porque será!
Jorginho
Publicado el Viernes 03 de Julio de 2009
Corregido por R.Méndez -

"Mis Experiencias Espirituales" Primera Parte






17 de Julio de 2002
oy murió, inexplicablemente, mi perrita Doca, Dondoca, de siete años de edad.
El día 15, a las 08:00 de la mañana, salí de casa dejándola perfectamente bien.
Cuando volví del Spa, a las 13:00, la encontré enfermita.
Era una perrita muy fuera de lo común.
Tenía un almita muy vieja.
Era casi humana.
A medida que pasaban los días, mi pena, el vacío que sentía, era mayor.
Un vacío que ni Babalú, Barbarella Lourdes, la Schnauzer, pudo, ni puede llenar.
Doca era especial, me llenaba de amor.
Es cierto que era invasiva, hasta sofocante, pero inteligente, expresiva, tierna, una dulzura de Ser, un dulce de coco.





23 de Julio de 2002
omencé a buscar formas de llenar mi día.
Algo que me llenara el alma, el corazón, pues el trabajo ya me ocupa la cabeza.
Lamentablemente, todas las puertas que intenté reabrir, en lugares, escuelas, centros, en los cuales ya había estado, me llenaron de frustración.
Ya no tenían nada para mí.
Ya no me hablaban. Me sonaban huecas, frívolas.
Hasta las personas que había conocido y admirado, y hasta reconocido como Maestros, mostraron una cara que no se condecía con la evolución que sus palabras y gestos querían avalar.
Llegar a casa era casi insoportable, así que decidí no salir.
Dejé de ir al Spa, en parte porque no quiero dejar sola a Balú, que nunca, desde que nació, estuvo sola.
En parte porque la angustia es demasiado grande, y en cualquier lado en que estoy, rompo a llorar.
¿Cómo hay quién se atreve a decir que los animalitos no tienen alma?
¿Los mismos que hasta no hace tanto tiempo atrás, declaraban que la raza negra tampoco la tenía?
¡Por favor!





25 de Agosto de 2002
ace unos días que comencé a rezar el Rosario.
Exactamente tres días después de que murió Doca.
Parecerá extraño, pero no me importa. Rezo por el almita de mi perrita.
Pero claro, una cosa lleva a la otra, y lentamente fui encontrando un Amor parecido al que Doqui me brindaba.
Un Amor que se insinuaba, que me hacía apetecer seguir internándome en él.
Sin embargo, cuestionamientos antiguos aparecieron por allí.
Nunca entendí el por qué de querer a la Virgen, y eso me molestaba bastante.
Hoy, al comenzar el rezo de la noche, le dije:
-“María, perdóname, pero no comprendo por qué he de quererte.
Nunca he sentido el amor de madre, por lo tanto no lo entiendo, ni tampoco he conocido el verdadero amor de mujer.
Perdóname Señora, y ayúdame a saber”
Al llegar al cuarto Misterio Gozoso, sorpresivamente, se hizo la luz en mi entendimiento.
Comprendí que Dios, aunque tenga un Plan para cada uno de nosotros, y tenga, como Creador, el derecho a imponerlo, siempre respeta nuestro libre albedrío.
Supe que la Virgen podría haberse negado a encarar tamaña empresa como la que el Arcángel Gabriel le estaba anunciando.
Pudo haber sido ganada por el miedo, la desconfianza, el egoísmo, la debilidad.
Sin embargo, aún sabiendo todo lo que vendría por delante, dijo “Sí”, y gracias a su Sí, todos tenemos la posibilidad de la Reconciliación y la Salvación.
Cuando me llegó este Conocimiento, sentí que una mano me rozaba la cara.
Mi primera reacción fue de miedo, pero abrí los ojos y, al costado de mi cama estaba la Virgen.
No le ví el Rostro, pero sí reconocí que estaba en la misma posición que en la Piedad, de Miguel Ángel.
No sé si las ropas coinciden con las de la famosa obra.
Tenía como una especie de vestido paisano, fruncido en el pecho, atado en el cuello con un cordón, y le cubría la cabeza un manto del mismo color que el vestido: ambos marfil.
Acto seguido se inclinó hacia mí, me tomó de los hombros, y me recostó en su Pecho.
Rompí en llanto, y fui lleno por el Amor más dulce que jamás había sentido.

CONTINUARÁ...

sábado, 13 de junio de 2009

"La DISCRIMINACIÓN de NOS - OTROS"


l principio sólo creí estar mirando un programa televisivo más.
De pronto el conductor anuncia que se tocará el tema de la discriminación, ya que el próximo entrevistado la ha sufrido, y expondrá su caso.
Enfocan a un personaje desaliñado, mal acomodado en su asiento, con cara de niño al que le quitaron un dulce.
La imagen misma de la depresión y el relego.
Fabián G., un espléndido ejemplar masculino de veintitrés años, un metro ochenta y dos de altura, pelo y ojos negros igual a como diría García Lorca "como una tarde con amapolas", me cometaba que lo habían rechazado en un empleo, por no tener ojos celestes, ya que la empresa en cuestión deseaba que todos sus empleados así los tuvieran.
Ricardito es muy gracioso y simpático.
Cuando habla gesticula, mueve los ojos, abanica las manos, todo un show, pero hoy está deprimido pues no pudo entrar como cadete del hotel.
Yosselyne, un travestido, se siente observado cuando camina por las calles de la ciudad en medio de la tarde.
A Mariel, Contadora Pública, le pagan por su trabajo, el cual desempeña con idoneidad envidiable, las dos terceras partes del salario de sus colegas masculinos, aunque el desempeño de éstos deja muchísimo que desear.
Benjamín mira con recelo a su alrededor cuando se le pregunta su apellido.
Tantos y tantos casos tengo para contar...
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En estos tiempos, los medios de comunicación están invadidos de denuncias de discriminaciones varias.
Me pregunto si será oro todo lo que brilla.
Sería muy poco informado si sostuviese que la discriminación no existe, y nada inteligente también.
Como tengo por costumbre mirar primero dentro de mí antes de hablar, me he detenido a pensar qué es lo que he experimentado, y pensado, en lo personal.
En realidad nunca me he sentido discriminado, y creo que la razón es porque no hay lugar en mí para la víctima.
Cuando no he logrado lo que me había propuesto, si esto dependía de la decisión de otra persona, el motivo apareció nítido en cuanto lo analicé.
Para claudicar ante el lugar común, no soy moneda de oro para que todo el mundo me valore y quiera.
Es normal, es así.
Hasta yo mismo al tomar decisiones en cuanto a otros, actúo de la misma manera: tengo e impongo mis gustos y razones.
Entonces: ¿Yo no discrimino, y los demás sí?...¡Vamos!.
Siempre tuve en claro que mi imagen responde a mí, en su totalidad y a mi totalidad.
Y así la cultivé y cuidé.
Sabía que no todo el mundo me aceptaría, pero eso hace parte de la Vida.
No debía sentirme mal por ello, ya que yo tampoco recibo a todo el mundo.
¡¿De qué estamos hablando?!
Pero claro, siempre asumí mis responsabilidades, y tal no es el uso corriente en todos nosotros.
Mirando aquel programa de televisión, el asunto era que a unos cuantos personajes se les había rechazado como choferes de camión, aduciendo ellos que tal cosa era debido a su gordura.
Sí, podría ser.
Observé con detenimiento al entrevistado:
No me cupo ninguna duda de que adolecía de una total falta de autocrítica y autoestima.
Cuando alguna persona que sabe no responde al común general, si desea transitar por los caminos que otros han marcado, debe, entre otras cosas, extremar los cuidados que brinda a su aspecto personal.
En este caso, el corte de cabello no le favorecía dada la redondez de su rostro; la ropa le cinchaba desaliñada; no estaba sentado, sino aplastado sobre un sofacito.
Si él mismo se rechaza, ¿cómo puede pretender que otros lo acepten?.
Se podrán argüir mil razones para la tal facha, pero la realidad es sólo una: con una buena y adecuada postura hubiese alcanzado.
Una postura que denotase energía, empeño, cuidado y atención a los detalles.
Me puse por un momento en la piel de aquel empleador que, en su momento, le rechazó.
Yo también lo hubiese hecho.
Tener frente a mí a una persona que me transmite desgano y falta de vitalidad y energía, no es precisamente el motivo que me incita a sumarle a mi Empresa.
Digo yo, ¿esta persona es tan ciega que no nota que su actitud no es la adecuada para logar nada de real valía para su propia vida y bienestar?
Algo de esto ya yo lo había planteado en "Las máascaras: Las más caras, las mas caras, las mas caras". Publicado en
Es el mismo caso de Ricardito.
Un caramelo de gente, pero con una actitud nada adecuada para granjearse el favor de los demás.
A todos hay cosas que nos molestan, que nos violentan, que nos ofenden.
No por una cuestión de discriminación, como podría pensarse, sino por una cuestión de sensibilidad, de educación, de naturales prudencia, recato y consideración a los demás.
¿Que realmente estamos diciendo cuando decimos que alguien nos discriminó?.
A la luz de los acontecimientos, entiendo que esos seres dicen: "Intenté imponer mi voluntad, y no tuve suerte, estoy lleno de rabia".
Es cierto que sí, existen casos reales de tales hechos. Pero tienen más que ver con lo cotidiano, con lo orgánicamente funcional, que con la segregación.
Son los casos de las mujeres en relación a los hombres, enfrentados los dos a una misma tarea.
No se puede negar que el sexo femenino, si bien reconocemos que está mejor preparado, y lleva más a serio las responsabilidades que nuestro sexo, conlleva ciertas causas que pueden, o podrían, afectar su desempeño.
¿Que todo es herencia de una mentalidad patriarcal y desvalorizante en relación a las mujeres?, sí, lo es, pero aquellas mismas mujeres que tratan de derrivarla, también se aprovechan de sus ventajas.
Seamos más coherentes, y afrontemos las posibles desventajas que tal coherencia conlleve.
Cierta vez, aún no habiéndome sentido lesionado, presenté una protesta de haber sido discriminado, ante los medios de comunicación, los organismos pertinentes, y ante las propias Empresas e Instituciones involucradas.
Les presento el caso: estaba yo en el Shopping Center más elegante y exclusivo de Montevideo, del cual soy cliente habitual.
Entré en el local de una Librería y Papelería tradicional de esta plaza, y no deposité en los lockers la mochila que cargaba a mi espalda.
Junto a mí, al mismo tiempo, ingresó una señora con cuatro chicos inquietos y un bolso, de gran tamaño y sin cierre, colgando al hombro.
El guardia de seguridad salió corriendo detrás mío, exigiendo que depositara la mochila en la seguridad.
Cuestioné por qué la diferencia con el bolso de la señora en cuestión, y por toda respuesta adujo que las señoras llevan en tales carteras efectos personales.
Me pregunté qué tipo de efecto personal pueden llevar, que necesiten utilizar tan de urgencia, que no pueda ser dejado en los casilleros.
Que yo sepa, efectos personales sólo el labial, el compacto, un pañuelito, la billetera y documentos...nada especial, nada muy diferente al contenido de mi mochila, sólo que en lugar del maquillaje yo llevaba una laptop.
Pedí hablar con el Gerente de la Sucursal en cuestión, y presenté la queja.
La respuesta fue la misma.
Al salir fui de visita al Museo de Artes Visuales.
Esta vez corrió tras de mí una señora encargada del guardabultos y, cuando le llamé la atención sobre la profusión de carteras, mochilas y bolsos que sostenía toda la visita femenina al lugar, me dijo: "son las órdenes, disculpe".
Allí me fastidié en serio.
Por ser hombre se me asimilaba al ladrón, o al individuo capaz de malograr una obra de arte.
Me pareció una oportunidad sin igual para desenmascarar la estupidez de los cuadros gerenciales y directivos de las empresas, instituciones u organismos de mi País.
Lo hice, y algún resultado obtuve, y fue bueno, salvo en el Museo...ah con la tan mentada culturización snob!
Salvo casos muy específicos, donde se nos endilgan cualidades que no son nuestras, creo que somos nosotros mismos quienes, debido a una baja autoestima y una no adecuada asumisión de lo que somos o queremos ser o representar, quienes nos discriminamos, autodiscriminamos, y luego a través de la famosa "transferencia", acusamos a los demás por el sólo hecho de ejercer sus derechos naturales, o reconocidos por ley.
Si estamos convencidos de qué y de quienes somos, no habrá lugar para sentirnos dejados de lado en ninguna circunstancia.
Si en cambio tenemos una actitud dubitativa en relación a nuestro lugar e importancia en el mundo, allí sí, todo es posible; y no precisamente lo más positivo.
Es decir que la discriminación parte de dentro de nosotros mismos.
Los demás rechazan, juzgan, pero no siempre discriminan.
Hay que ser muy cuidadoso y exacto en la definición de los actos que se cometen a nuestro alrededor, nos alcancen o no, a fin de que los conceptos, de tan repetidos y abusados, dejen de tener peso y presencia.
Ser rechazado no es equivalente a ser discriminado.
Jorginho

Publicado el Lunes 22 de JJunio de 2009-
Corregido por R.Méndez

domingo, 7 de junio de 2009

"Mentiras Verdaderas - Verdades Mentirosas"


EW YORK CITY es fantástica.
Fantástica porque contiene en ella la Verdad y la Fantasía.
Y porque a quien sepa y quiera observarla, se las enseña.
No tengo idea de cuantos entre ustedes sepan que el Central Park no es real.
Sí, no lo es, es una construcción paisajística debida a la mano y al ingenio humano.La isla Manhattan es una gran roca emergente del océano, y sobre ella no existía la más mínima brizna de hierba.
Cuando nace la Ciudad, se determina un predio rectangular, de ángulos y lados totalmente rectos, con el fin de diseñar allí un parque que sirviera de solaz de los habitantes de aquella.
Es así que hoy recorremos senderos sinuosos asi pensados para que olvidemos la dureza del perímetro.
Disfrutamos de lagos con cascadas que son operadas por un complejo sistema de bombas y drenajes.
Para Protección de la fauna que allí habita, el descongelamiento de las aguas es controlado por una serie de termostatos, logrando así que se asegure cierta regularidad en el ciclo de congelamiento y deshielo.
Fueron plantados los árboles que simulan bosques, donde viven las ardillas, las palomas y ratones.
Se crearon desniveles, arenales, puentes, todo un parque de diversiones que, si lo olvidamos, llegamos a creer que es la realidad.
Si, como ya dije en otras oportunidades, miramos lo que nos circunda desde distintos ángulos de conciencia, bien claro aparece que New York nos invita a disfrutarla, y también a no confundirnos con lo que nos ofrece.
New York nos dice: "Disfrútame, pero recuerda que no soy real".
Toda, y todo en New York City, es un gran parque de juegos.
El problema comienza cuando algunos, la mayoría, toman en serio lo que sólo debería ser llevado a cabo de una manera divertida.
Y así pasó con la economía, y de allí la crisis actual que arrastra a todo el mundo tras de sí.
Basados en reglas harto artificiales, las grandes Empresas y Bancos hincharon precios de la oferta, incitados por la gran demanda de consumo.
Nadie se percató de que la realidad es bien distinta.
No se trata de consumirse tratando de adquirir por el solo hecho de la adquisición, sino de adquirir por el disfrute, comodidad, y bienestar que el bien en cuestion nos pueda asegurar o brindar.
Mr.Donald Trump entendió el juego.
Siempre repite que para él hacer negocios es su diversión.
¿Por qué no entienden lo mismo los habitantes de la City?.
Conocimos tantas personas dedicadas a generar dinero para solventar gastos que nunca parecían terminar de pagar.
Corrían de un lado a otro, en una carrera sin sentido, sin respiro, sin aparente final feliz.
Personas que vertiginosamente se movían por la 5a.Avenida, Broadway, Madison, la 8a, teléfono en el oído, sin tiempo ni voluntad para mirar, observar, ni deleitarse con todo lo que allí se ofrece.
Y no hablo sólo de mercaderías.
Me refiero a personas, a idiomas, a situaciones, a edificios que aunque se vean todos los días, de tan magníficos, siempre muestran un ángulo, detalle, nuevo que reconocer.
Los ascensores del Empire State nos dicen también de la realidad y la fantasía.
Lujosos, aparentan revestirse de mármol, cuando en realidad es una superficie plástica la que cubre sus paredes.
El salón que nos recibió vestido de terciopelo rojo, al otro día era irreconocible.
Habiasele retirado el maquillaje, y las viejas, grises, y nada acojedoras paredes se mostraban prontas para una nueva máscara.
Nuevos, fastuosos, y monumentales edificios se levantan sin cimientos, sostenidos sobre el terreno sólo por su propio y enorme peso.
La City es maravillosa.
Nos invita a jugar, y nos muestra lo que nos sucederá si creemos que el juego propuesto es la realidad.
Miles de homeless deambulan por las soberbias calles.
Miles de carritos ofrecen comidas al paso a personas de ínfimos recursos que corren continuamente en sus abores diarias.
Gentes que pudiendo vivir muy bien con lo que tienen, generan úlceras, problemas intestinales, cometen suicidio, consumen tanta droga, todo por una loca carrera por alcanzar lo que no es fundamental para la vida, lo superficial y que, cuando se alcanza, no sólo no nos da la felicidad y el contento, sino que nos muestra que hay más para alcanzar, y que otros ya lo tienen.
Es el juego.
¿Por qué no divertirnos como lo hacíamos cuando jugábamos al Ludo, las Damas o la Conga?.
New York no lo oculta; nos lo muestra...y demuestra.
Los seres humanos estamos tan fuera de nuestro eje, que no alcanzamos a darnos cuenta de lo evidente.
Las responsabilidades de nuestros fracasos no es de la City, son sólo nuestras.
Pero como estamos acostumbrados y educados para huir de las mismas, culpamos de nuestras miserias a los distintos sistemas económicos y filosóficos que la humanidad se ofrece a sí misma.
Somos los artífices de nuestros propios engaños.
Ya sea económicos, afectivos o personales.
Todo en la Vida es oferta y demanda, como ya lo expuse en ¡Ay, cómo me duele quererte como te quiero!, aunque nos duela, y no querramos reconocerlo.
Manhattan revela, nos revela, nuestra propia estupidez, y cada tanto nos sacude con la caída de alguno de los castillos de naipes que hemos construído.
¡Y que tontería la nuestra! recomenzamos el juego siguiendo los mismos pasos y parámetros equivocados de anteriormente, y que nos llevaron al tan nefasto resultado.
Casi casi llego a pensar que como individuos ostentamos el mismo comportamiento que como masa.
La masa tiene un comportamiento regresivo, ya lo sabemos, triste es comprobar que también lo tenemos como individualidades.
Desde aquí hago un llamado a la conciencia adormecida.
Al poder analítico y lógico de nuestro Ser Superior.
Divirtámonos viviendo y aprendiendo.
Disfrutemos del Planeta, del Otro, de lo que el Todo nos ofrece cual en el Jardín del Edén y que, por nuestra inveterada ambición, volvemos a perder.
Seamos, no intentemos ser.
Jorginho

Publicado el miércoles 17 de Junio de 2009
Corregido por R.Méndez