lunes, 27 de julio de 2009

"The Sounds off My Silence"


Indio viejo, lleno de cicatrices, sobreviviente de mil batallas....yo.

Intercambiando opiniones con mi Amigo Yor, a propósito de un mensaje recibido por mí, de parte de un fanático apologético, él me decía:

- "¡Pobre pibe, si cree que lo sabe todo, ya no tiene lugar para aprender más nada!".

Y tenía razón.

Indio viejo, lleno de cicatrices, sobreviviente de mil batallas....yo, apenas en estos días he descubierto algo nuevo en mí.
Lo descubrí, con esfuerzo, de alguien nuevo en mi vida, aunque creo que viejo en mi Existencia.
- "¡Bueno, Jorge!, ¿qué es eso que dices que has descubierto?", imagino me estará preguntando mi Amiga Lore, mientras que Lily nos observaría en silencio y muy atenta a todos los detalles.
- Descubrí que no todo es la lógica y la reflexión.
Descubrí que también es necesario "sentir".
Sentir desde la emoción, desde la mismísima fuente, sin el tamiz del positivismo.
Percibo que la querida Julia descorre el cortinaje de su "ventana indiscreta", y me observa con cierta sorpresa....
Sí, lo sé, quizás para todos ustedes ese hecho está escrito en la solapa del libro.
No fue mi caso, obviamente que no.
Pero como de disímiles experiencias se compone la Humanidad, esta fue la que me tocó en suerte.
Seguramente varios de ustedes, no importa por qué vía, anduvieron los mismos rumbos.
Mi ruta pasó por la necesidad de la tempranísima maduración.
No era viable moverme con la mentalidad de un niño cuya edad cronológica era siete años.
Mi edad neurológica debió acompasar los movimientos emocionales y caracteriológicos de las personas mayores que me rodeaban, y si quería sobrevivir en ese mundo de adultos "especiales", así los califico pues enfrentaban a un chico, con toda la frustración y etcéteras de sus vidas, debía anticiparme no sólo a sus acciones, sino a sus pensamientos.
Como ya lo comenté en otra parte de este Blog, mi profesora de Historia del Arte en la Facultad de Bellas Artes, entonces Escuela Nacional de Bellas Artes, la Profesora Celina Rolleri, un día nos dijo:
- "Muchachos, ninguna experiencia en la vida, es negativa".
Fue, y sigue siendo, cierto.
Ese desarrollo impuesto por las peores circunstancias, me llevó a más tarde poder entender la mayoría de los cuestionamientos en las vidas de mis clientes.
Lo cierto es que en el camino debí endurecerme.
Cerrarme y no sentir.
No debía, no podía ser débil.
¿Y cómo lo hace alguien hipersensible como yo?.
Bloqueando...o como puede...
Sin darme cuenta fui dejando de sentir.
Llegué a considerar a los sentimientos, como cosas de gente mediopelo, cursi, ordinaria.
Reía de sufrir por amor...no lo entendía.
No entanto, quienes me rodeaban, me vieron llorar, como los mariachis de aquella ranchera.
Lloraba mi Ego herido.
En una loca dicotomía o bipolaridad, lo que vivía era bien distinto a lo que pregonaba.
Si mi vida era aséptica de sentir, admiraba a Vinícius, e instaba a los de mi entorno, amigos o clientes, al sentimiento como única forma de vivir sanamente la Vida.
¿Parece raro?.
¡Yo soy raro!.
Mi postura ante el mundo fue: "no busco nada, no quiero nada, no me interesa nada".
Educado, cortés, solícito, mi apariencia no se condecía con mi interior distante, despegado, ni con las distintas experiencias que atravesaba.
Así llevé las cosas, sin sentir necesidad de nada más que de aprender y enseñar.
Y aún así sólo en mi consulta, o ante reiteradas solicitudes.
En una clara muestra de la incoherencia de este mundo loco, nunca estuve sin acompañante.
¿Tal vez por el hecho de no interesarme estar acompañado?.
¡Vaya uno a saber!.
La misma Prof.Celina Rolleri, nos dijo:
- "...el mundo se divide mitad sádicos, mitad masoquistas, entonces, muchachos, la cuestión es encontrar al masoquista complementario".
Según parece, encontré toda mi cuotaparte.
A aquellos de ustedes, queridos Amigos Lectores, que conozcan del Calendario Maya y de su Filosofía, les comento que soy Estrella Entonada Amarilla, con el Poder Guiador del Espejo, Poderes Complementarios la Noche y el Caminante del Cielo, perteneciente a la Tribu de la Semilla.
¡Creer o reventar!.
Llegué a considerar que ciertas cosas de la Vida no estaban destinadas a mí.
Mi filosofía fue: "si en la mano estas son las cartas que me tocaron, he de jugarlas de tal manera, que me permitan ganar la partida".
Hice como tantos de ustedes quizás habrán hecho.
Y funcionó, y me sostuve.
Durante muchísimo tiempo funcionó, y me sostuve...
Un día, la Vida dijo "¡BASTA!", y hasta allí llegué.`
Imperceptible la manera en que, con pequeños detalles, se va tejiendo el insoslayable camino de nuestro existir, y el cual sólo concientizamos en la perspectiva.
En varios momentos llegué a presentir que estaba perdiendo una parte jugosa de la experiencia de vivir.
No me importó.
El ruido que me rodeaba era más intenso que el reclamo vital.
Fue la misma Vida quien se encargó.
Como experto lazador, lanzó el tiento y me apresó los pies, haciéndome caer de rodillas, exhausto y lastimado.
Sin entender lo sucedido, y totalmente fuera de mi mundo conocido.
¿Y ahora qué?.
Pagué.
Sí pagué.
Precios...y sobreprecios.
Cuestionamientos, angustias, planteos, y replanteos.
Y cada vuelta de tuerca no hacía más que devolverme hacia mi negación a sentir.
A mi vivir como espectador, analista, decantador bañado en teflón.
Nadie jamás necesitó más de mí, que lo que yo estaba dispuesto a dar.
Y si alguien tuvo la intención, no la expresó.
Y la Vida continuó, y el Puzzle comenzó a parecer coherente una vez más.
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- "Jorge, si yo te recepciono y me hace bien, ¿por qué no te entregás a mí, y me dejás entrar en vos?".
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Una vez más la Voluntad del Cosmos se impuso.
Abrió una puerta impensada, y dijo:
- "¡Por aquí!".
Un cruce imposible.
Un encuentro ídem.
Las palabras justas.
El momento exacto.
La persona indicada.
"Naturalmente", así sucedió..."naturalmente".
Pareció como que toda mi Vida hubiese sido vivida completa, sin carencias, sin bloqueos.
Aflojé.
Aflojo a cada momento.
A cada charla, a cada encuentro, a cada emoción.
María Teresa deja de acomodar unas flores, termina con el último bocado de un bombón que Alejandro le regaló, y encaramandose al tema, me mira con ojos sabios, y me pregunta:
- "¿Jorgito, tú aún crees en los pececitos de colores?".
No, Ma.Te., no creo en ellos, sé que existen.
Durante años tuve acuarios en mi casa, y cuando definitivamente me instale en algún lugar que sienta mío, los volveré a criar.
Siempre supe de la existencia de esta "cara oculta de la luna", de la Vida, sólo que llegué a convencerme que no era para mí.
La toqué y disfruté desde el intelecto.
Todo se basaba en un perfecto balance, donde no había lugar para sensaciones y emociones, ni tampoco para situaciones perdidosas.
Hoy vuelven a mí, personas y afectos del pasado.
Recuperé al Flaco desde Canadá, aunque con otro cuerpo; a Ricardo desde España; ahora llegó el turno de Graham, Luis, y mi queridísima Ma.Louisa, desde Venezuela.
El corazón vibra y late con renovadas fuerzas, y con renovados bríos.
Las presencias recuperadas llegan a este Jorge, ahora con sentimientos basados en sensaciones, en emociones.
Y tú, que crees que ya no tengo preguntas, no imaginas ni mensuras, hasta donde eres respuesta.
Es un campo nuevo para mí.
Lo camino con tobillos inseguros.
Observo, sopeso cada palabra, cada gesto, cada silencio.
Todo señales.
Señales que los humanos solemos ignorar en el eterno afán de creernos omnipotentes.
De hacer trampas al solitario e, ingenuamente, asegurar que si no vemos algo, tal cosa no es cierta, ni sucederá.
No puedo permitir ser tomado de sorpresa, ni que no cuente mi acúmulo de experiencia y recorrido.
Pero igual camino, me expongo, saboreo, siempre listo a aprender.
Indio viejo, lleno de cicatrices, sobreviviente de mil batallas...yo...aún peleo y voy por más!.
Jorginho
Publicado el miércoles 19 de Agosto de 2009.
Corregido por R.Méndez -

7 comentarios:

Unknown dijo...

Jorge!!!!!
Que temazo amigo... que hermoso ritmo que nos lleva a pensar, a dar flashbacks y a analizarnos quizás un poco a nosotros mismos, interiormente. Hubo un tiempo de mi vida en que me negué a sentir... ves como cada vida tiene paralelos... no sentía porque si sentía moría... entonces mi piel se endureció, mi corazón se cerró... y vivía como un vegetal... veia pero no percibía, sonreía pero no reía, comía y no sentía los sabores, amaba y no sentía las caricias... y era porque no quería herirme más... suficiente maltrato, suficiente golpe recibí... que me negué a sentir... y volteé todo mi mundo y cuando empecé de nuevo me dije, no haré lo que hice antes..., dejé de prepararme mis platillos favoritos, dejé de saborear los postres, de oler las flores, de escuchar la música, de deleitarme en el profundo negro de los ojos de mis sobrinos pequeños... me negué...a sentir...

Sin embargo... tu indio viejo... yo guerrera de armadura gastada... la luz sale por los poros y llega el momento que decides VIVIR... porque eso es sentir... y te envuelves en el orgásmico sentimiento de que las fragancias entren de nuevo a tu vida, de que las risas hagan eco en tus oídos y que tus gustos y costumbres vuelvan a tomar lugar... eso de los pececitos... sabes... yo dije... no cocino más mis platillos favoritos hasta que me sienta en mi hogar... ya ves, te estoy escribiendo ahora con el delantal puesto... luego de haber preparado un exquisito asado... Sentir, vivir, palpar, amar... y nuevas gentes, y gentes viejas que regresan... amigo... me iluminaste hoy...

Un beso... un abrazo... muy sentidos,

Jorge R. Etchepare Mac Eachen dijo...

Bló:
permite que me ahorre el saludo.
Te agradezco la reiteración de tu ptopuesta, la cual no me seduce, ni me resulta interesante.
Si quieres visitar mi Blog y dejar comentrios sobre lo escrito, bienvenido serás;.

Jorge R. Etchepare Mac Eachen dijo...

Hola Dulce Lore:
sí, si bien es cierto aquello de que la experiencia es intransferible, loos que de alguna manera hemos desandado caminos parecidos, sí que podemos compartir vivencias.
Lo que me cuentas, me aviva semsaciones pasadas.
Creo en una vibración muy semejante entre tú y yo, y es altamente gratificante, para mí, el constatarlo, pues te tengo en muy alta consideración y afecto.
Uno se expone tanto......¿verdad?, que llega a preguntarse si eso realmente vale la pena, pero sigue, e intenta, y sigue, y vuelve a intgentar.
El día en que dice:¡hasta aquí!, llega quien te encuentra desprevenido y, sin saber como, nuevamente estás en la pista, contoneándote y marcando el ritmo.
¡Qué muerte estar tan vivo!
¡Qué infeelicidad ser tan feliz!Jorge

María Teresa dijo...

Jorge, para mi tu motivación a escribir habla de muchos sentires añejos y nuevos, que te los metieras doblados bajo el brazo, dice de un corazón mil veces partido y vuelto a recomponer.
La verdad si somos guerreros desde que nacemos pues aunque por comparación y descarte "yo crea" que me tocó una de las peores partes... si escuchamos a los otros comprendemos que desde sus sentires no es así, y eso es lo que importa la perspectiva individual de cada protagonista. Pecesitos de colores,si, cuando los pones en mi boca es lindo... haces que me visualice un poco como la Susanita tierna y tonta de Mafalda que diseña su proyecto de vida aferrándose a lo que ella cree bonito. Una parte de mi hace eso también lograndolo a veces... es un flotador llamado esperanza.
En fin, somos una policromía de pensamientos, sensaciones, sentimientos y reacciones. Hacemos lo mejor que podemos y seguimos adelante con algo de optimismo, sino estuviéramos hace tiempo desconectados del enchufe cósmico que nos mantiene con vida dentro de este cuerpo "mortal". Un abrazo.

Jorge R. Etchepare Mac Eachen dijo...

Hola Ma.Te.:
cierta vez, asistiendo a una presentación de la otrora diva snob de mi generación, Nacha Guevara, ella dijo citando a Oscar Wilde:
"...el corazón ha sido hecho para ser roto......como todo lo demás".
Sí, mi corazón fue roto innumerables veces, e innumerabbles, también, las veces que lo rehice.
Un día tome conciencia, y dije ¡Basta!.
Y ¡buá!, parece que la Vida, Dios, El Cosmos, whatever you'll want, se encarga de demostrarnos que nunca decidimos nosotros, que todas nuestras desiciones son nada, ante la Voluntad suprema, y la experiencia vital.
Conectarse, o reconectarse, pero no sólo con el Cosmos, sino con todos nosotros, con la Humanidad, la famosa dependencia de la que hablé en "El Zoo...", y que desató la discrepancia de Lore, seguramente porque no fui todo lo claro que debía, al plantear tal argumento.

No sólo puse pececcitos de colores en tu boca, también el último bocado de un bombón; mientras que tú agregaste un nuevo uso para el vocablo "encaramándose", que aquí se utiliza para sdecir que alguien se subió a una cerca, a un árbol....o, evidentemente con algo de picardía, a otra persona....tú sabes.
Te mando un beso, amiga venezolana.
Jorge

YOR dijo...

Jorginho: Que buen post!, me encanta leer este giro y rearmado de mapas y esquemas.
¿Cuanto del peso total del cerebro crees que es la corteza?, esto sin incluir al cerebelo y al bulbo raquídeo... ¿será un 20%? (con optimismo).
Habitar el resto de nosotros significa dar lugar a los sentimientos (entre otras cosas) y lo interesante de ello es que los sentimientos tienen un lenguaje propios diferente de las palabras... así cuando uno explica lo que siente o sintió, despachurra la experiencia, la momifica...
A veces sólo hace falta dar el lugar para que las cosas ocurran, y descansar en el observar del transcurrir de los eventos (Y eso que mandaste al carajo a don Heráclito).
Me encanto leerte asi y que hayas decidido flanquear las barreras del eficiente y brillante 20% para abrirte al otro 80 del resto de la conciencia...

Jorge R. Etchepare Mac Eachen dijo...

¡Jorge!, ¿todavía recordás lo de Eráclito?, ja ja já!.
Mi amorrrrr!, ¿el roto se asombra del descosido?...Ja ja já!.
El otro día me encantó la charla telefónica, y todo lo que tu voz me transmitió...bienvenido al otro 80 por ciento del cerebro, honey!
Con cariño felino
Jorge