
".....
the winner takes it all,
the looser standing small
beside the victory
That's his destiny.
....."
Benny y Björn(ABBA)
(fragmento de "The winner takes it all")
Pocas satisfacciones en la vida son comparables a la que se siente cuando alguien, en proceso de "despertar"", hace catarsis frente a nosotros.
Momento de satisfacción, y de profunda responsabilidad.
Cualquier gesto, cualquier palabra, mirada, puede sofocar la erupción del volcán o, peor, puede llegar a ser decodificado como una invitación a la dependencia o a la manipulación emocional.
Cierta vez charlábamos con mi Amigo Wilson, sobre el peso determinante que, la Autoestima, tiene en el accionar y el futuro de las personas.
Me gusta y me sirve charlar con Wilson.
Lo conozco, y él me conoce.
Pensamos semejante ... y actuamos diferente.
Él es absolutamente diplomático ... y yo, aunque pragmático y frío, absolutamente inesperado en mis reacciones.
La cuestión es el cúmulo de "descuentos" (concepto gestáltico), que todos hemos sufrido y que, a veces, cargamos, penamos, y nos jaquean por el resto de nuestras vidas.
Para hacerla corta, si yo mismo no siento que merezco de lo bueno, o de lo malo, aunque me lo regalen a manos llenas, no lo veré, no lo tendré.
Estábamos mirando con Robert, un programa de la televisión cable argentina.
En él se hacía una reseña de la vida, trayectoria, logros e ilusiones de un famoso actor argentino de iniciales J.C.C., con el protagonista contando su experiencia y evolución.
Terminó el programa quebrándose y confesando entre lágrimas que: "todo lo hice para tener el cariño de la gente y de mi familia".
Nada novedoso, todos los que hemos tenido actividad artística, eso es lo que buscábamos.
Mi único comentario fue:
- "¡Qué necesidad de cariño tiene este Hombre!".
Nadie puede negar que él lo poseyó, posee, y poseerá ... salvo él mismo.
Y, lamentablemente, lo mismo nos pasa a muchísimos de nosotros.
Ya no me duele más, porque bueno, un día dije "¡BASTA!", el ver a seres por mí queridos, coartados por la baja autoestima.
Quizás yo fuese, antes, mejor persona, pues ahora me limito a decir: "sí, comprendo", sonreír afable ... y seguir de largo en mi camino.
Es que lamentablemente comprendí que, por más que uno martillée intentando "despertar" al otro, si el otro no lo desea, es totalmente en vano.
Por eso no doy recetas mágicas para la Autoaceptación, que seguramente me rendirían un éxito en las librerías, sólo miremos todo lo que se ha editado, los millones que esos autores tan renombrados han embolsado, y el efecto que sus escritos han tenido para la humanidad: ¡nulo!.
Sólo sé que es necesario el "Taurus", que no el "Torus".
Es imprescindible pararnos desnudos ante el espejo, con luz despiadada, y vernos tal cual somos.
He aprendido que ni los fisiculturistas, que tengo varios en mi inventario, están a salvo de encontrarse defectos.
Entonces ... ¿por qué avergonzarnos de nosotros mismos?.
Y no me refiero sólo a lo físico, avergonzarnos de todo lo que somos y no aceptamos.
Fíjense en un detalle, sólo en este detalle: estoy seguro que a todos nos ha sucedido que, estando sentados a la mesa de un restaurante, oímos que desde una mesa vecina, una voz femenina se alza y dice:
- "¡Yo no debería pedir nada ... estoy tan gorda ... tengo que adelgazar unos cuantos kilos ... pero me cuesta tanto ...blá blá blá!".
Si al escuchar este comentario de cuarta categoría miramos, con discreción a quien lo profiere, notaremos que sí es gorda, y que además, mira de soslayo hacia las otras mesas para ver si han, todos, escuchado sus excusas, y le arruina la comida a sus amigos, que se dedican a consolarla, mientras ella deglute, culposa, un plato de carbohidratos bañados en una salsa llena de grasa.
Gorditas ... gorditos ...¡déjense de joder, no digan nada, y ordenen una ensalada verde con aceite de oliva y jugo de limón ... y con poca sal!.
¡Ah, y no se coman todo el pan y galletas que hay en la panera, que es para todos!.
El abuso sicológico, la violencia emocional, ejercidos sobre la niñez en pleno proceso de desarrollo de la autoafirmación, y del relacionamiento con uno mismo y con los otros, acarrean estos indeseables estigmas por todo lo largo de la Vida ... ¡y cuánto mal hacen!.
Los niños, tal cual esponjas, absorben todo lo que decimos, expresamos, así sea elípticamente dicho, y creamos que ellos no entienden lo que decimos.
Asimilan como propias, aunque sólo sean fruto de nuestras frustraciones, enojos, rencores, todos los insultos, descuentos, características, que les endilguemos, creen, y se convencen, de que esa es su realidad, y así funcionan.
Pocos, muy pocos, llegan a cuestionar, años más adelante, la veracidad de las afirmaciones de sus referentes.
Aún así, pocos de los que cuestionan, se atreven a indagar su verdadero "Yo" y capacidades, talentos o falencias.
Menos, aún, los que luego de indagar, trabajan en la reconstrucción de sus Vidas, en el cambio tan necesario de parámetros, opciones, relaciones, en fin ... de referentes.
Y es lógico, es comprensible ... aunque no aceptable.
Y permanecen como la foto de aquella ardilla en el póster, metida bajo un montón de cáscaras de nueces, y diciéndose qué hacía alli, cuando el árbol estaba lleno de fruta.
¡Qué bueno es quererse a sí mismo!.
No hay por qué avergonzarse de reconocerlo, ni hay que sentirse culpable o egoísta por ello.
¿Saben?, creo que el egoísta es aquel que por su baja autoestima, nos priva a todos el disfrute, la felicidad y el contento que nos podría brindar.
No sería lógico confundir al ególatra, con alguien con alta autoestima.
Justamente la egolatría, es el impulso más primario, la reacción más primitiva y menos elaborada, a la baja concepción, mirada, de sí mismo y es, como mecanismo de defensa, el más pernicioso posible, pues intenta tapar al sol con una moneda, oculta sin lograrlo, genera frustración, rencor, más dolor y sinsabor.
Sí, sé que es un arduo trabajo el salir de la oscuridad, y comenzar a caminar por la vereda de la luz, lo sé.
Y también sé que no hay empresa más dura, que la que se deja para comenzar mañana, porque mañana no seremos los de hoy, en el caso de que lleguemos, y si llegamos, estaremos más desanimados, más cansados, más oscuros.
¡Arriba, gente, que la Vida es hermosa, y Ustedes también lo son!

Publicado el día miércoles 17 de Febrero 2010
Corregido por R. Méndez